A partir de 1960 surgen profesionales en Suecia y Dinamarca que abogan por la inclusión de los niños con necesidades especiales en la escuela. Con esto buscaban la normalización de su situación y su integración en la sociedad. Tras la adhesión de distintos países a regularizar la educación de los niños con discapacidad, se realiza una conferencia de nombre Una escuela para todos en la que se llega a la conclusión de que se necesita cierto grado de especialización en las particularidades de cada alumno, a parte de la integración.
Esto da lugar a tres sistemas diferentes; el sistema integrado, como es el de Reino Unido o España en el que se intenta la integración en la escuela ordinaria de las personas con discapacidad; el sistema separado, que pretende crear un una escolarización a parte, adaptada a cada alumno y sus necesidades específicas; el sistema mixto busca la integración en la escuela ordinaria y la especial combinadas, y es el modelo de Francia o Portugal.
El sistema español requiere de una tarea compleja que suele depender de un profesional que trabaje junto al alumno. Es importante la tarea de los docentes ayudando al alumno a desarrollar su autoestima, la comprensión de las situaciones en las que se puedan ver envueltos con otros alumnos y el reconocimiento de su diversidad y aceptación.
Los maestros de educación especial trabajan con niños con discapacidad física, auditiva o visual, o con problemas emocionales, en su comportamiento o a la hora de aprender. Utilizan métodos de enseñanza especializados, adaptando el contenido de las materias curriculares, registrando la evolución del niño y elaborando planes individualizados.
Nuestro proyecto busca ayudar en esta labor de adaptación de la educación a niños con necesidades especiales, juntando proyectos ‘maker’ y docentes para elaborar materiales adaptados a cada niño que las grandes empresas no fabrican y son inasumibles económicamente por encargo.
Estamos buscando centros de educación especial que necesiten materiales adaptados y laboratorios de fabricación o espacios ‘maker’ que quieran ayudar a la fabricación de materiales para niños con necesidades especiales. Los trabajos no tienen por qué ser complejos, nos hemos encontrado con trabajos como el de simplemente añadir un taco a una silla de ruedas para que el niño no se resbale, y también se pueden alcanzar proyectos más complejos como el de fabricar una prótesis adaptada.